QUÉ BONITAS LAS HISTORIAS QUE EMPIEZAN CON UN SÍ

QUÉ BONITAS LAS HISTORIAS QUE EMPIEZAN CON UN SÍ

 

QUÉ BONITAS LAS HISTORIAS QUE EMPIEZAN CON UN SÍ

“Dile que sí, aunque te estés muriendo de miedo, aunque después te arrepientas, porque de todos modos te vas a arrepentir toda la vida si le contestas que no”

– Gabriel García Marquez. El amor en los tiempos del Cólera

 

¡Qué bonitas las historias que empiezan con un sí! Esas historias en las que nos dejamos llevar, en las que abordamos el futuro sin presiones, sin preocuparnos por el resultado… Esas historias donde sólo importa disfrutar de cada vivencia y de quienes nos acompañan en ellas. Un amigo, un compañero de trabajo, un familiar, o alguien a quien el destino ha puesto es tu camino por una cuestión de mero azar… Como Tamara (a quien veis así de radiante en la imgen que encabeza esta entrada). Tamara Arnáez de la Cruz es su nombre completo, y es la fundadora de la marca “Historias que empiezan con un sí”. Si tenéis oportunidad de conocer a Tamara en algún momento, o decidís trabajar con ella, no dejéis de preguntarle por qué escogió ese nombre para su marca. Y es que se me ocurren pocas cosas más románticas y con más encanto. No os lo revelo, porque lo bonito es dejar que sea ella misma quien lo haga… A mí, me cautivó 🙂

Qué bonistas las historias que empiezan con un sí ¡Y las primeras veces!

Conocí a Tamara porque fue la fotógrafa elegida para efectuar el reportaje de la boda de Clara, una de las dos “modelos – familia” (como a mí me gusta llamarlas) que aparecen en las imágenes de Bohemian. Tamara realiza reportajes de eventos (bodas y bautizos – alguna comunión, siempre y cuando se celebren fuera de la temporada de primavera), reportajes familiares, sesiones de pareja (entre los que incluye preboda o posboda, siempre dentro de su estilo), sesiones de producto y campañas para marcas. La podéis encontrar en Instagram en @historiasqueempiezanconunsi, en un perfil cargado de cariño, estilo y buen gusto.

La primera vez que me reuní con ella lo hice en un lugar emblemático de Cádiz: una terracita al aire libre junto a la Nueva Catedral, como la llaman los propios gaditanos con esa gracia tan irresistible y tan suya. Esa joya sobre el mar de nuestro precioso sur. Un lugar cautivador y con personalidad propia… Como la propia Tamara. Allí nos tomamos un café, charlamos un buen rato y conectamos inmediatamente. Y allí decidimos que Historias que empiezan con un sí y Bohemian tenían que hacer algo juntos sí o sí. Ambas estábamos deseándolo, así que nos emplazamos para realizar un shooting. Finales de septiembre y Sevilla fueron el momento y el lugar elegidos.

Qué bonitas las historias que empiezan con un sí

 

Merceditas Audrey de Bohemian shoes en tartán

Qué bonitas las historias que empiezan con un sí. La nuestra, una de ellas

Nunca me canso de decir que lo que más agradezco a mi marca y a mi trabajo es la oportunidad que me brinda de conocer a personas maravillosas, y el valor que tiene para mí cada una de las interacciones con vosotras. Tamara es claro ejemplo de ello. Alguien que, pese a su juventud, destila madurez, serenidad, dulzura, generosidad, responsabilidad, y cariño. Unos minutos con ella me sirvieron para apreciar una vez más hasta que punto la gente puede ser “bonita”. Pero Tamara va más allá. Porque esa forma de ser suya la traslada a su trabajo. Desde el principio me llamó la atención su cuidado por los detalles, su autoexigencia, su meticulosidad, su rigor cargado de dulzura y el tiempo invertido en la preparación de la sesión. Semanas antes ya me había enviado un dossier propio de los mejores profesionales. Algo que me cargó de confianza. Sabía que había dado con la mejor profesional. No tenía la menor duda.

Mercedita tipo T-bar en piel color cuero de Bohemian Shoes

El resultado, inmejorable. Un par de días de trabajo intenso en una ciudad mágica y unas imágenes que destilan dulzura, pasión, calma y cariño. Sin artificios, sin poses. Reflejos de su marca y de la mía. Y lo más importante, un trabajo cargado de disfrute, personalidad y naturalidad… Acabamos muy cansadas, sí. Pero felices por una experiencia única.

Sirvan estas líneas como mi humilde y sincero agradecimiento a Tamara. Mi gran descubrimiento de este año tan raro. Gracias, Tamara, por ponerle tanta luz… Esa luz que te quiere, que te busca, y que hace que tus fotos destilen pura magia  y espontaneidad. Te envío un abrazo muy, muy fuerte.

Y otro, para vosotras.

 

Eva Veiga – Bohemian Shoes

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